Virginia Borges, directora general de Turismo y Promoción Territorial de La Rioja, cumple su séptimo mes al frente de un departamento fundamental para la economía de La Rioja. El turismo y la promoción del territorio son áreas complejas en un entorno cambiante con mucha competencia. La directora general apuesta por la formación, la colaboración y la puesta en valor de las señas de identidad de La Rioja.

¿Qué hace diferente al enoturismo de Rioja de otras Denominaciones?

Utilizo mucho una analogía referente a las recetas de cocina para responder a esta pregunta. Compartimos muchos ingredientes con muchas regiones. Por ejemplo, con Castilla y León compartimos la variedad de uva, que somos españoles… Pero luego, tenemos otros ingredientes que nos diferencian, que generan un ecosistema propio en La Rioja. Por eso, creo que el enoturismo de La Rioja es único. Somos diferentes por la propia idiosincrasia de territorio, por las personas que lo habitan y su dimensión humana, por cómo se han ido generando las ideas, por la conjunción de la fuerza de nuestra gastronomía… Todo esto nos hace diferentes.

¿Qué rescataría de otros modelos de enoturismo para Rioja?

Me gusta lo que tenemos en La Rioja. Pongamos en valor que en La Rioja tienes la oportunidad de que te reciba el dueño o alguien de la familia de la bodega. A pesar de este valor, ¿qué echo de menos? Que aprovechemos más las nuevas tecnologías, más la digitalización, que tengamos una mirada más profesional hacia muchos negocios o hacia el concepto de negocio en sí mismo. Me preocupa que perdamos la calidad y la autenticidad del territorio por la estandarización de la propuesta.

La formación de los profesionales del sector es crítica para mejorar el sector. ¿Es suficiente la oferta formativa en enoturismo?

La formación es crucial. Cuando hablamos de profesionalización también hablamos de especialización. Desde la Administración creo que tenemos un papel muy importante para generar la motivación de formarse, es decir, hacer al sector y cada una de esas personas conscientes de esa necesidad.

Las bodegas piden que se fomente más la colaboración público-privada en enoturismo. ¿En qué punto está la Administración riojana?

La dimensión humana de nuestro territorio nos permite estar más cerca a todos. Las relaciones ya se dan, pero tenemos que organizarlas y estructurarlas. El enoturismo es coral, no podemos hacer nada solos. Es imprescindible la colaboración público-privada que nos impone derechos y deberes a unos y otros. Habrá que estudiarlo y trabajarlo, y sueño con tener una reunión periódica con el sector. Tenemos deberes.

Se habla mucho de la posibilidad de hacer un ‘Rioja pass’ en enoturismo que aglutine opciones y permita al turista tener flexibilidad y posibilidades con un mismo pase. ¿Por qué no acaba de salir adelante?

Todo tiene que ver con ordenar y coordinar. Estamos en eso. Acabamos de aterrizar. Estamos repensando y reestructurando la propia organización. Luego saldremos fuera para reestructurar y reorganizar el territorio. Una vez que tengamos eso, ya podremos hablar de cosas en común. Tenemos que sentar las bases y, a partir de ahí, construir.

¿Cómo debe ser la promoción del enoturismo de La Rioja?

No se trata tanto de arriesgar como de concretar. Creo que hay que poner foco y concretar. Ser más quirúrgicos. Hablo con conocimiento de causa. He leído los pliegos de campañas de turismo anteriores y creo que hay cierta indefinición en los criterios. Ahí es donde tenemos que mejorar. Somos un territorio pequeño como para poder concretar más y así acertar más.

Si tuviera que marcarse un objetivo vinculado con el enoturismo de aquí a final de legislatura, ¿cuál sería?

Hay un objetivo cualitativo que es unir el territorio, cohesionarlo, romper las barreras de Rioja Alta, Rioja Alavesa, Rioja Oriental… El objetivo es que nos creamos todos que somos un único territorio. Además, están los objetivos cuantitativos: quiero incrementar el gasto medio, el número de pernoctaciones y reducir la estacionalidad.

 

(Avance de contenido del Monográfico de Enoturismo del número de febrero de 2024 de La Prensa del Rioja)

Artículo publicado en el nº246 de La Prensa del Rioja. DESCARGAR PDF